27 mayo 2016

Eso fue, en verdad, lo que pasó

Te leí un raro poema de Borges
para que trataras de acertar
el autor.
Cuando llegué al final
me miraste
orgullosa.
Tus ojos
refulgían
como una estrella,
tu voz
sonó orgullosa,
enamorada.

“¡Ese es tu mejor poema!”,
dijiste feliz,
antes de pedirme
que te repitiera
la última estrofa.
Pronuncié las palabras
aún más despacio,
como si fueran en verdad
las mejores que haya escrito.

“En serio, lo digo en serio”,
repetiste feliz,
“ese es tu mejor poema”.
Luego me diste un largo beso
que acabó de sobornar
lo que me restaba de vergüenza.

Aunque eso fue, en verdad, lo que pasó,
no pude renunciar a tu mirada,
a tus ojos refulgiendo como una estrella.
Lo siento, pero mi amor por ti
es ciego,
como el verdadero autor de esos versos.

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