14 marzo 2014

El olor de los tolveros

Cuando volví en 2011 al Paradero de Camarones, después de 10 años fuera de ese cielo protector, descubrí que al pueblo le faltaban dos olores esenciales. Ambos tenían que ver con los alrededores de la estación de ferrocarril, el mundo donde transcurrió mi infancia.
El primer olor que se había perdido era el del alquitrán. Al sustituir las traviesas de madera por las de hormigón en las líneas, se desvaneció aquel vapor oleoso que flotaba sobre el mediodía, impregnándolo todo como si fuera un betún invisible. Aún no sé si era perjudicial o no, de lo que sí estoy claro es de que nos definía.
El segundo olor era el de los tolveros. Cuba producía anualmente más de 7 millones de toneladas de azúcar. Toda la producción de la región central del país era exportada por el puerto de Cienfuegos. Largos trenes de azúcar a granel desfilaban constantemente a través de mi pueblo.
A su paso, los tolveros dejaban un fuerte olor a sacarosa. Como pasaban uno detrás del otro, el aroma no se apaciguaba ni por un minuto durante toda la zafra. Luego, en “tiempo muerto”, le tocaba el turno a los trenes de miel de purga. Estos, además, traían consigo densas nubes de moscas.
Sin esos olores, ruidos y plagas, la calidad de vida del pueblo debería ser mejor. Sin embargo, cuando volví en 2011, los incluí en el inventario de ausencias y ruinas.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Buscas en Roma a Roma Oh Peregrino/y a Roma misma, en Roma no la hallas/ cadáver son las que Ostentó murallas/ Y tumba de sí propio El Aventino....

Renay Chinea dijo...

Yace donde reinaba el Palatino
y limadas del tiempo, las medallas
más se muestran destrozo a las batallas
de las edades que Blasón Latino.

Sólo el Tibre quedó, cuya corriente,
si ciudad la regó, ya sepultura
la llora con funesto son doliente.

¡Oh Roma en tu grandeza, en tu hermosura,
huyó lo que era firme y solamente
lo fugitivo permanece y dura!

Anónimo dijo...

Muchas gracias Camilo. Me gustan mucho tus escritos. No sigo siempre el blog, pero a veces en momentos de hastío, recuerdo que está ahí, y entonces corro feliz a leer todos lo nuevo que tienes. Los posts de las nostalgias de tu pueblo, los de Cuba, los de la gente que quieres, todos me llegan. Y esta semana fue otro redescubrimiento así. Felicidades, y que sigas teniendo esos mismo ojos para la belleza.

PINAREÑO dijo...

ERES UN JODIDO MAESTRO, MAN!!! NO ME EXPLICO COMO LOGRAS ARMAR ESTAS VIÑETAS CON LAS PALABRAS MAS CORRIENTES Y QUE TE QUEDEN TAN HERMOSAS SIN CAER EN LO RIDICULO NI EN LO PICU. MIS RECUERDOS DE LOS TRENES DE CUBA SON VIAJES INSOPORTABLES E INTERMINABLES, HAMBRE, SED Y OLOR A MEAO POR TODAS PARTES Y AQUEL TARECO QUE NO AVANZABA... PARECIA QUE PINAR QUEDABA MAS LEJOS DE LA HABANA QUE LA SIBERIA DE MOSCU... Y SIN EMBARGO TU ME HAS HECHO RECORDARLOS CON NOSTALGIA Y GENEROSIDAD. NADA, QUE PICHEAS DURISIMO Y FINO MUY FINO COMO ROGELIO GARCIA.

El Jose dijo...

Camilo, esos olores me persiguen donde quiera que vaya....y yo los busco, no importa si los encuentre o no....la mas poderosa de las "memorias afectivas" está en el olor. Gracias mi brother!