23 diciembre 2009

Campos roturados


No importa lo que hagas ni las cosas que digas.
Todos los paisajes que te rodean
tienen las mismas palabras adentro.
No importa lo que comas o bebas,
en el fondo de cada atardecer
buscarás el excesivo olor
a comino y cilantro
que tenían las sopas de Atlántida.
No importa lo que oigas ni lo que veas.
Al final todo lo que quieres tener delante
es un tren varado en una línea muerta,
los árboles que tu abuelo sembró
sin pensar en los ciclones que vendrían
y el polvo,
ese polvo pertinaz que lo borra todo
cuando las últimas tardes de diciembre
le pasan por encima a los campos roturados.

3 comentarios:

Jorge Salcedo dijo...

Es el amor ridículo a la tierra. Noble, diáfano, simple.
¡Feliz Navidad!

JC Recio dijo...

Bello sentimiento como siempre en tu poesía. Lo mejor para estas fiestas y para el 2010, que no pierdas tu corazón de niño rebelde con el que escribes, eres muy afortunado, mucha salud y suerte, no dejes de alumbrar tu corazón aunque la niebla del camino crea que puede impedirlo, un abrazo.
Juan C Recio.

JORGE LUIS SÁNCHEZ NOYA dijo...

TE DESEO DE TODO CORAZÓN, QUE TODOS TUS SUEÑOS SE HAGAN REALIDAD... QUE EL SEÑOR ESCUCHE TUS PETICIONES, PERO SOBRE TODO, QUE DERRAME SOBRE TI MUCHA SALUD, AMOR Y BUENAVENTURA... ESTA ES ÉPOCA DE RENACER, DE RENOVAR, DE ESTAR UNIDOS Y DE SOÑAR... RECORDEMOS QUE LAS CRISIS SON PASAJERAS Y LO MEJOR QUE TIENEN, ES QUE AGUDIZAN LA IMAGINACIÓN Y LOS DESEOS DE SUPERARLAS.
FELIZ NAVIDAD Y UN MUY PRÓSPERO AÑO 2010
DE CORAZÓN.