14 mayo 2007

Todo muere

Hace dos semanas me comprometí con varios lectores y con una lectora, especialmente, a que volvería a escribir sobre la inutilidad del poeta en los tiempos que corren. Hice al menos tres ejercicios, pero ninguno lograba decir algo distinto de lo que ya había dicho y todos los intentos acabaron en ese zafacón que hay a la izquierda del fondo de pantalla.
Prácticamente me había dado por vencido cuando leí una entrevista que le acaban de hacer a Alessandro Baricco con la excusa de su próximo libro: Esta historia. Aunque el autor de Seda no se refiere ni a la poesía ni a los poetas, responde con dos palabras todo lo que yo quería decir.
En un momento en que están hablando de música clásica, Baricco reconoce que cada vez menos gente la oye y que, probablemente, su función ha terminado. Alarmado, el periodista le pregunta qué se puede hacer para revitalizarla.
−Nada, todo muere −Se limitó a responder el escritor−. Murió la tragedia griega, ¿por qué no va a morir la música clásica?

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